viernes, 13 de mayo de 2011

(Relato breve) Shhhhhht...

Han encontrado los 2 pantalones tal y como él los quería. Entra en los probadores y ella se queda en la parte de afuera de la cortina, esperando para ver como le quedan.

Al cabo de unos minutos se abrieron las cortinas y apareció él, se miraron a los ojos y este le preguntó a la chica: - ¿Que tal me quedan? ¿Servirán? - Ella lo miró de arriba a bajo - A ver, gira-te un momento - Él se gira mientras ella mira y entonces se acerca a él. Le coge de la cinturilla - Puede que tengamos que arreglar-lo un poco por aquí, y puede que los bajos también, haber, deja-me entrar -

Ahora están los dos dentro del pequeño probador. Las cortinas están echadas, y pueden oír a otros clientes en los probadores de al lado. Ella aún le está agarrando por la cintura y levanta la cara hasta que se encuentran sus miradas. Sonríen. Él le da un rápido pico en la boca y ella empieza a acariciar su espalda y su torso. Baja sus manos hasta el final de la espalda y continua bajando.
Él apoya su cara en el hombro de ella, con los ojos cerrados y la boca entre-abierta, respira lentamente.
Las manos de la chica buscan el sexo de él y lo acaricia, primero suavemente y después ejerciendo una presión mayor. Nota como crece debajo de los pantalones.
La respiración de él se hace más rápida, - ¿Que haces? - Le pregunta a la chica. Ella suelta una risita y continua con su exploración.
Desabrocha los pantalones, lentamente, mientras él le acaricia ahora el pelo, ahora la espalda.
Mete la mano dentro del pantalón y mira la cara de él, solo ver su expresión ya se siente húmeda. Le baja pantalones y calzoncillos y lo empuja hacia el espejo, haciendo que él se siente en el pequeño taburete del probador.
Ella se ríe mientras se quita sus tejanos y retira las braguitas hacía un lado. Se sienta encima de él y siente como la penetra.
Cogiendo-lo de la nuca, ella sube y baja lentamente, mientras su  cadera hace unos pequeños movimientos circulares.
Se miran a los ojos intensamente mientras están unidos en lo más profundo.

- ¿Que haces tanto rato allí sentada? ¡Ven aquí a mi lado! – Dice la viejecita sentada delante de la televisión - Ya voy Sor Mercedes… -
Sor Fernandina le da al icono de guardar y apaga el ordenador. Por hoy ya está bien, acabará su relato mañana y lo mandará al editor. Esas pequeñas historias están ayudando a mejorar el convento, el mes pasado consiguieron la televisión de pantalla plana, este mes comprarán el DVD.

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